Temporada 2. Paternidad de algodón. Episodio 4

“Es muy sensible…”

Claro.

Tan sensible que no le puedes decir que no.

Tan sensible que rompe cosas si se le lleva la contraria.

Tan sensible que, si se frustra, se desploma… y tú corres a tapar el berrinche con amor, chuches o una pantalla.

Pero, dime:

¿Es él sensible o eres tú incapaz de sostener su frustración sin sentirte culpable?

Sensibilidad no es debilidad

Un niño sensible puede:

  • Sentir mucho.
  • Expresarse de forma intensa.
  • Necesitar más contención emocional.

Pero eso no significa que no necesite normas. Ni límites. Ni consecuencias claras. Ni adultos que le enseñen a autorregularse.

Si no le ayudas a modular su sensibilidad, acabarás criando un tirano emocional con lágrimas como arma.

Corregir no es maltrato

Decirle “no” no lo traumatiza. Frustrarle no lo daña.

Enseñarle a esperar no lo anula. Criar con firmeza es una forma de amor.

Y no hacerlo por miedo a “romperlo” … es criarle con miedo.

Y el miedo no educa. El miedo paraliza.

¿Qué pasa cuando no lo corriges?

  • Llama “daño” a cualquier límite.
  • Se cree con derecho a exigir cariño constante.
  • Llora para manipular.
  • Se ofende ante el más mínimo esfuerzo.

Y lo peor es que empieza a creerse que su dolor justifica cualquier conducta.

Cuidado con esta trampa moderna.

Hemos pasado del «no le hables así, que se trauma», al «no le digas nada, que se ofende».

Y tenemos como resultado una generación que ve abuso donde hay límite, rechazo donde hay corrección, y violencia donde simplemente hay autoridad.

Y luego llegan al mundo real… y se desmoronan. No porque nadie les esté manipulando. Sino porque la vida no tiene la obligación de tratarlos con guantes de algodón, no les pide permiso ni perdón. Nadie les dijo que la vida no es un psicólogo con cita previa.

Ser firme con un niño sensible no lo daña. Lo fortalece. Le enseña que el mundo no se va a adaptar a él. Y que eso no le hace menos valioso, sino más preparado.

No es cruel poner límites a un niño sensible.

Lo cruel es lanzarlo al mundo sin ellos.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.